Hablamos de que Barcelona acoge cada año a casi 10 millones de turistas. Antes de la celebración de los Juegos Olímpicos, pocas personas pensarían que Barcelona podría alcanzar esas cifras.

Además, el gasto medio diario por turista es superior a los 60€, y la mayoría de los turistas que llegan a Barcelona lo hacen provenientes de Francia. Si bien es cierto que la cercanía lo propicia, los turistas estadounidenses no andan lejos de los franceses.

Otro foco importante de tráfico turístico es el AVE. El tren de alta velocidad entre Madrid y Barcelona lleva cada año a casi 5 millones de pasajeros.

Y los ferrys y cruceros también son un foco clave del sector turístico. Casi 1 millón de personas visitan la capital catalana en barco de media al año. Sin duda Barcelona tiene la suerte a nivel geográfico de contar con un puerto, aeropuerto y estaciones de tren y autobús que le permiten potenciar y distribuir a los millones de turistas. Tan solo el aeropuerto de El Prat acoge a casi 12 millones de pasajeros anualmente.

Barcelona es una ciudad que cuenta con un gigante abanico de lugares que hay que visitar. Para comenzar la lista, una parada obligatoria es la Sagrada Familia de Gaudí. Una visita a este templo es una de las mejores cosas que se pueden hacer, sobre todo la primera vez que se visita la ciudad.

Después no podemos irnos de Barcelona sin callejear por el Barrio Gótico. Sin duda un entretenimiento para los sentidos. Además el barrio cuenta con infinidad de restaurantes donde poder disfrutar de la gastronomía catalana.

Otro punto a visitar es El Born. Uno de los barrios más bonitos de la Ciudad Condal y que sin duda no te dejará indiferente tras andar por sus calles y plazas.

Y para terminar la visita, es un “must” visitar el Parque Güell y subir a los miradores desde los que se ve toda Barcelona y se pueden hacer unas fotos increíbles.

La oferta de ocio que propone Barcelona es amplia. Desde deportivamente hablando, con el Fútbol Club Barcelona como gran reclamo, hasta los museos y ferias como la Mobile World Congress que se celebra cada año y atrae una fuerte inversión de capital.

Además, Barcelona ofrece eventos musicales con conciertos de primera talla mundial como Dua Lipa. Y también ofrece festivales como el Sónar, el Primavera Sound o el Barcelona Beach Festival que congregan a cientos de miles aficionados a la música.

También es destacable la fiesta del orgullo Gay, el Gay Pride, que se celebra cada año y va tomando fuerza conforme pasa el tiempo. Cada año son más las personas que se acercan hasta la Ciudad Condal a disfrutar y a celebrar el orgullo Gay por las calles de Barcelona.

Y otras ferias y eventos que también sirven de reclamo internacional pueden ser algunas como la Japan Week, o el World Press Photo.

Sin duda la oferta de ocio de Barcelona es incalculable e interminable, y satisface a todo tipo de públicos.

No podemos hablar de Barcelona sin darle un lugar importante a su gastronomía. Uno de los puntos fuertes de la cultura catalana es la comida, y por ello vamos a ver qué no podemos dejar de probar en nuestra visita a la Ciudad Condal.

Empezaremos pidiendo “pa amb tomàquet” o lo que es lo mismo, pan con tomate. Algo muy típico de Barcelona y que en cualquier restaurante podrás probar.

Otro plato que es un “must” gastronómico catalán, principalmente durante los meses de invierno, son los Calçots. Se trata de cebollinos cocinados a la parrilla y envueltos en papel que hacen que retengan mejor el calor. Se comen con salsa de romescu y están literalmente para chuparse los dedos.

Además hay que destacar la escalivada, un plato que se prepara con berenjena, pimiento, cebolla y tomates asados, como si fuese un pisto.

Y como postre no podemos dejar de pedir una buena crema catalana con su caramelo quemado. Sin duda estamos hablando de una ciudad con una riqueza gastronómica sin parangón en la cual poder disfrutar sin límites. Desde aquí animamos a todos los que quieran a explorar la cocina barcelonesa y a dejarse llevar por sus calles y bares.

Desde hace varios años, Barcelona cuenta con una nueva legislación de viviendas para uso turístico. Para poder alquilar una vivienda en régimen de alquiler turístico, es obligatorio solicitar una licencia de vivienda turística en el Ayuntamiento de Barcelona. Esta licencia permite alquilar la propiedad con reservas a corto plazo, siempre que sean inferiores a 31 días.

Por otro lado, también es posible alquilar una propiedad en régimen de alquiler a corto y medio plazo. En este caso, no es necesario disponer de ninguna licencia y los alquileres tienen una duración entre 32 días y 11 meses como máximo.